Rosa María Brown

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Realizó los estudios secundarios en el Colegio Técnico Profesional de Limón, allí obtuvo el título de bachillerato. Al finalizar esta etapa se trasladó a San José con el fin de iniciar sus estudios universitarios. En la Universidad Nacional, ubicada en la provincia de Heredia, inició su formación profesional y obtuvo dos bachilleratos, uno en Ciencias Secretariales y el otro en Administración de Empresas con énfasis en Recursos Humanos.

También realizó estudios Teológicos en la Universidad Bíblica Latinoamericana en San José, Costa Rica y en el Seminario Episcopal "General Theological Seminary en Nueva York", en el que terminó una Maestría en Teología Sagrada. Más tarde estudió en la Universidad Médica de Tucson, Arizona y obtuvo un Certificado en Clínica Pastoral Educacional (C.P.E.).

El 26 de noviembre de 1994 se convirtió en la primera mujer ordenada al sacerdocio en Costa Rica, acto que tuvo lugar en la Iglesia San Marcos, en la Provincia de Limón. Antes de su ordenación, trabajó por más de 10 años como Ministra Laica en varias congregaciones y al final de este período, concentró su labor en la Iglesia San Juan, en la comunidad de Zent en Limón. Por espacio de 25 años, se desempeñó como secretaria, y más tarde, asistente administrativa de la Iglesia Episcopal Costarricense.

Como reverenda se le asignaron las congregaciones de San Francisco de Asís en Barrio Los Corales, San José Obrero en Barrio Cristóbal Colón y San Juan en Zent, todas estas ubicadas en la provincia de Limón. Este cargo lo desempeñó hasta noviembre de 1999, cuando fue invitada a trabajar como rectora asociada en la Parroquia de la Iglesia Episcopal de San Felipe en la Montaña en Tucson, Arizona, Estados Unidos. 

Actualmente ejerce el cargo de Vicaria en la Iglesia Episcopal de La Magdalena en Los Angeles, California; además de otras responsabilidades Diocesanas: ha sido integrante del Consejo Diocesano, del Comité de Presupuesto, del Programa Hispano y Tesorera del Deanato cuatro, entre otras.

Rosa María Brown Watson se considera seguidora de su abuela materna y enfatizó que fue gracias a la devoción y entrega de ella, que logró inspirarse en el Evangelio desde la edad de los ocho años, cuando decidió seguir este camino.  La reverenda Brown manifestó que:

"cree firmemente en que Dios no hace distinciones. Mi llamado es servir al Señor, en mi capacidad de mujer, dando testimonio de su gracia y amor por toda la humanidad. Con la ayuda de Dios y el esfuerzo personal todo es posible".


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