Rocío Sanz Quirós

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 En 1950 inició su formación musical en el Conservatorio de Música de la Universidad de Costa Rica. Un año después se trasladó a Estados Unidos para continuar sus estudios de composición musical en Los Ángeles, California. Luego viajó a México, D.F. y en 1965 se trasladó a Moscú donde se ilustró con el maestro Vladimir Giorgyevich Feré, en el Conservatorio Tchaikovski.

Concluidos sus estudios, regresó a México, país en el cual desarrolló su carrera como compositora. En tierras aztecas trabajó en el Conservatorio Nacional, al lado de los grandes maestros Blas Galindo y Carlos Jiménez Mabarak. Además, por un período de 14 años, se desempeñó como profesora de danza en la Academia de Danza INBAL y de grupos folclóricos. Sus habilidades le permitieron trabajar como redactora y jefa de la discoteca de la Radio de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde además tuvo a cargo el famoso programa semanal "El rincón de los niños".

Doña Rocío también demostró su creatividad en la esfera de la poesía, su pluma fue la creadora de "Las canciones de la Noche", poema que escribió en 1973 y musicalizó entre 1975-1976. Esta obra fue estrenada con gran éxito por la soprano María Luisa Rangel, en el Carnegie Hall de Nueva York.

Su obra musical incluye grandes composiciones que compartió con diferentes grupos. Dentro de sus piezas sobresalen canciones para voz y piano, música de cámara, obras corales y orquestales, música para obras de teatro, cuentos y documentales.

Superando el esquema de género imperante a mediados del siglo XX, cuando sólo los hombres destacaban en este campo de la música, doña Rocío se convirtió en la primera costarricense en lograr descollar en el campo de la composición de forma muy exitosa.

Los logros que cosechó en su carrera le valieron para integrar el Diccionario de Mujeres Compositoras de Aaron Cohen, en 1984, en Londres, Inglaterra. Este reconocimiento sólo lo poseen dos compositoras nacionales: Dolores Castegnaro y Rocío Sanz.

Con su aporte creativo-musical y su intenso trabajo, logró poner muy en alto el nombre de la mujer costarricense profesional, dentro y fuera del país, enriqueciendo el patrimonio cultural con sus obras, las cuales se encuentran bajo la custodia del Archivo Histórico Musical de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica.

Falleció en México D.F., el 13 de abril de 1993.


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